En los últimos años, un grupo de empresas chilenas han sido denunciadas por participar en situaciones que van desde lo éticamente cuestionable a situaciones de fraude. Tráfico de influencias, evasión de impuestos, lavado de dinero, soborno, cohecho, prácticas anticompetitivas y falsificación de información contable, son sólo algunas denuncias.
Un estudio de la Universidad Alberto Hurtado a cargo del profesor de finanzas Fernando López y Vania Donoso estudiante de Ingeniería Comercial analizó el impacto de escándalos corporativos recientes en los precios accionarios de las empresas involucradas. Según explica el académico Fernando López se eligieron las siguientes empresas: Banco de Chile, Cencosud, CMPC, La Polar y Soquimich. “En términos prácticos, comparamos la evolución de los precios accionarios de este grupo desde el momento en que los escándalos se hicieron públicos hasta cuatro semanas desde la ocurrencia del evento. Los resultados fueron ajustados por las fluctuaciones del mercado y se revisó que en el periodo no ocurrieron otras situaciones que pudieran haber afectado de manera significativa los precios estudiados”.
-En este sentido: ¿Qué nos enseña este estudio acerca del mercado financiero chileno?
-La diversidad de los casos estudiados nos ayuda a cuantificar el impacto del cuestionamiento ético de la opinión pública a las empresas. En efecto, en un país que sanciona socialmente el comportamiento considerado poco ético, se hubiese observado una caída significativa en el precio de las acciones de todas las empresas involucradas y en todos los escándalos considerados.
-¿Pero no fue así?
-No. La experiencia chilena no es consistente con esta hipótesis. De hecho, las características del caso Caval son ideales para ilustrar este punto porque combina un hecho duramente cuestionado por la opinión pública con una operación de bajo monto para la envergadura del Banco en que no hubo personas directamente perjudicadas por la situación cuestionada. La ausencia de impacto en los precios accionarios refleja que el escándalo no redujo la expectativa acerca de las ganancias futuras del banco y los inversionistas tampoco retiraron su capital. Estos resultados son consistentes con la ausencia de sanciones concretas por parte de clientes, proveedores e inversionistas.
-¿Y fue diferente en los escándalos protagonizados por CMPC y Cencosud?
-En ambos casos las empresas fueron acusadas de realizar prácticas anticompetitivas en perjuicio de los consumidores. Sin embargo, el caso “Papeles” estuvo acompañado de una caída de más de 10% el precio de la acción de CMPC, mientras que el precio de las acciones de Cencosud no cayó luego del caso “Pollos”. Hay al menos tres explicaciones podrían explicar estos resultados: primero, el caso “Papeles” involucra una parte significativa de los productos que vende CMPC. Por el contrario, la carne de ave representa solo un 10% del gasto en alimentos de la venta promedio de un supermercado. Segundo, el presidente del directorio de CMPC reconoció públicamente la participación de la empresa en el esquema, mientras que Cencosud la negó. Tercero, CMPC tuvo una participación directa en el esquema mientras que la presunta responsabilidad de Cencosud es compartida con empresas productoras de carne de ave. A pesar que los datos no permiten distinguir entre estas alternativas, los resultados sugieren un impacto diferenciado dependiendo del contexto del escándalo.
-¿Usted cree que si existiera un nuevo caso la polar el mercado tampoco reaccionaría?
-Si se descubriera un nuevo caso La Polar, que involucra falsificación de información contable y fraude financiero, los precios accionarios de la empresa involucrada se desplomarían. Si se descubriera otro caso Cascadas, también se observaría una caída importante en los precios accionarios de las empresas involucradas. En general, los escándalos corporativos afectan los precios accionarios en la medida que los inversionistas crean que el escándalo reducirá las ganancias futuras de la empresa.